Y

Y pensar que solo con verte se me pone la piel de gallina. Y saber que cuando llega el momento de tenerte cerca se me acelera el corazón como si fuera a salirse del pecho. Y querer poder besarte hasta desgastar nuestros labios y acabar en la cama, conociéndonos, como nunca lo hemos hecho. Y saber que sería la primera vez que tu piel rozara mi piel. Y entonces sabría lo que es caer en un abismo porque eso eres tú para mí. Un abismo del que no puedo salir en el que estoy muy pero que muy abajo mientras floto en una nube hecha de mis pensamientos, de esas futuras caricias y noches enteras sin dormir, mientras nos fumamos el uno al otro cual cigarrillo ,solo con una diferencia, los cigarrillos se consumen, pero lo que siento por ti no, no se consume nada ni un milímetro, pero sin embargo, arde cual pasto seco después del verano. Tengo el cuerpo, el corazón y alma envuelta en fuego de desear tenerte. Y no solo por una noche, para siempre. Porque sí, tienes razón, se que pase lo que pase, el tiempo que transcurra, cuando tu aparezcas temblaré y mi sangre recorrerá mis venas como nunca... con el roce de tus yemas en mí, de tus labios en mi mejilla, de tus manos en mi cintura en un corto abrazo, pero para mí lo más intenso. Te quiero y no puedo remediarlo, lo siento si lo dudas porque yo no, y nunca lo haré.